jueves, 20 de octubre de 2011

¿Cuáles son los elementos para el análisis de la situación concreta?

Por Cuauhtémoc Amezcua Dromundo
  
El análisis de la situación concreta no es un mero señalamiento de los problemas que aquejan a la clase trabajadora y al pueblo hechos con descuido de la relación causa-efecto, sino que de debe seguir una cierta metodología, de lo general a lo particular. Debe considerar sobre todo estos aspectos:

A)   El contexto mundial, en lo económico, político y social, con los objetivos de tener claridad sobre los rasgos determinantes de la época y del momento histórico en general; precisar las principales contradicciones, determinar la correlación de fuerzas imperante y las tendencias, teniendo en cuenta que las condiciones internacionales no son determinantes pero sí inciden sobre lo interno, a veces con un peso muy importante.

B)    Dentro del contexto general internacional, es necesario detenerse, en el caso nuestro, en el particular el de la región latinoamericana y caribeña, pues formamos parte de ésta y compartimos numerosos factores de orden histórico, económico, político, social y cultural, con los demás pueblos de la región, lo que hace que la incidencia del ámbito regional sobre el acontecer nacional tenga una significación destacada.

C)   La situación nacional, también en las esferas de la economía, lo social y lo político, examinando las principales contradicciones; a los aliados viables de la clase trabajadora, así como a sus adversarios; valorando la correlación de fuerzas en lo general y también en aspectos particulares que puedan ejercer una influencia decisiva por cuanto a una u otra forma de lucha, como por ejemplo, los instrumentos con que cuente la clase obrera en el momento concreto y los que disponga el enemigo, los grados de organización y experiencia de unos y otros, etc.

Todo esto debe examinarse no como algo estático, sino visto en su dinámica, en movimiento constante que es el resultado del antagonismo de fuerzas que están en oposición y combate permanente en todas las esferas del universo, la vida y la sociedad.

Un buen análisis de la realidad concreta desemboca en la correcta identificación de las formas de lucha más adecuadas para ese momento concreto. Dichas formas pueden mantener su eficacia por un periodo más o menos extenso; esto depende de la dinámica de los cambios, a veces relativamente lenta y otras, muy veloz. A veces hay la necesidad de cambiar de manera rápida unas formas de lucha por otras. Un ejemplo de una época de variaciones centelleantes fue el caso concreto de Rusia hacia finales del siglo XIX y en los primeros años del XX, cambios que enumera Lenin en el mismo trabajo que al que nos referimos en el artículo anterior, que titulamos "El marxismo, la multiplicidad de vías de la lucha revolucionaria y el propósito del análisis concreto de la realidad":
Primero, las huelgas económicas de los obreros (1896-1900), después, las manifestaciones políticas de obreros y estudiantes (1901-1902), las revueltas campesinas (1902), el principio de las huelgas políticas de masas combinadas de diversos modos con las manifestaciones (Rostov 1902, las huelgas del verano de 1903, el 9 de enero de 1905), la huelga política en toda Rusia con casos locales de combates de barricadas (octubre de 1905), la lucha masiva de barricadas y la insurrección armada (diciembre de 1905), la lucha parlamentaria pacífica (abril-junio de 1906), los alzamientos militares parciales (junio de 1905-julio de 1906), las sublevaciones parciales de campesinos (otoño de 1905-otoño de 1906)[1]



[1] V. I. Lenin, La guerra de guerrillas, en http://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/1900s/30-ix-06.htm.

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